LA LEYENDA DEL TASUGO

Sin embargo, esa época marcó de forma tal al escritor, que no se ha resistido a escenificar el desarrollo de la presente novela, LA LEYENDA DEL TASUGU, en aquel entorno. Bien es cierto que idealizado, como todo recuerdo que se pierde entre las caliginosas distancias de los años.

Personajes ficticios, nombres distorsionados, elucubran la trama sin perder ese hálito de cierta verosimilitud. Conjetura que nos hace recorrer las camberas y caminos vecinales de Rapanero, tras el acecho, persecución y búsqueda en la batida del tasugu (tejón). Trama reconvertida en intriga policial, entre las bambalinas que la naturaleza otorga en sus manifestaciones paisajísticas; al tiempo que la flora y la fauna son el contrapunto de la concha apuntadora en las caminatas de los investigadores.

El autor ha tratado de recoger el léxico y la terminología pueblerina, tal como se manifestaba en la época en la que se desarrolla la narración, mediados de la década de los años 40 del pasado siglo. Para mayor comprensión de todos aquellos no habituados a este glosario de términos, se ha procurado acotar y anotar la fraseología y el vocabulario de una época, tal vez desaparecidos del habla coloquial, incluso y, lamentablemente, en el entorno del tasugu y sus perseguidores.